lunes, 30 de julio de 2007

LA MUERTE ES UN LUGAR COMÚN

A Magally (1978-1996)

(TODOS LOS DÍAS ES MARTES O LLUEVE)

Voy a hablar de la lluvia

de la lluvia cayendo día y noche

de las tejas recibiendo el mensaje

del ruido de las gotas que germinará la angustia

de la calle

del río en que la calle se convierte

de la gente que pasa por la calle anegada


Yo recordaba la lluvia viniendo de norte a sur

se veía siempre bajar la avenida

como una ola del mar de Dios

como una de sus tantas manifestaciones

como una mano que se alargaba para recibir mis barcos de papel

que ahora es una alfombra sobre la que caminan mamá y nuestros hermanos y nuestros amigos y tu cuerpo muerto

que ahora es una alfombra de agua que se extiende desde la casa hasta el cementerio

que es un mar hecho por el llanto de un día miércoles


Mar sin holas lleno de adioses el día de tu entierro.



*


El llanto me recuerda que he de llover

bailar en el vórtice de la tristeza

que ha de dolerme desde adentro cada cuerda

cada loca historia que se cuenta de repente


Debajo del ruido del mundo

mi hermana está muerta.


*


(MAMÁ)


Como si de un castigo se tratase

una promesa

una expiación de culpa o una constante búsqueda de límites de resistencia extraviados

sus ojos no se cierran por las noches y su cuerpo reconoce la extensión de la cama

porque es ahí donde el recorrido empieza en un ahora

hasta la monotonía diurna diaria de la calle del día siguiente


Bienaventurados sus muertos mamá

porque de ellos será su dolor

su colección infinita de rosarios de lágrimas.



*


(MAMÁ PIENSA)


"¿Qué va a pasar cuando me extrañe

y me llame

y le diga a Dios

-quiero a mi mamá?"

mamá piensa

se ilusiona pensando

y lo dice

creyendo que nos puede dejar solos


Ya sé que mamá está enferma de tristeza

ya lo sé

No necesitan decírmelo.


*


¿Que me ves y no me quieres ver llorar?

¿Por qué habrías de rechazar este hermoso dolor

esta conducta de enfermo que asumo

contra la voluntad de todos?

asumo el dolor

haz humo el tiempo

zumo de mi cuerpo mi sangre

súmala a la tuya

y vamos a salvarnos

a morirnos juntos

a salvarnos.


*


Once del miércoles de noche en punto

mi cabeza la cabeza una cabeza

piensa

reconstruye

oye dicta

suelta palabras que roen

el queso interminable de mi corazón

el corazón

un corazón.



*


Ciego

trasiego interminablemente mis palabras

busco lo que no te dije

lo que escribí

oculté

encuentro esquirlas de vida

que me cortan

las yemas de los ojos

Sigo trasegando.


*


Se ha vuelto cotidiano mi dolor

se ha vuelto en contra mía

me duelo a mí mismo

con un dolor insoportable que ha pactado

con todos los martes y las lluvias no una tregua

sino un ataque en conjunto

masivo

por todos los costados del sueño y la vigilia.


*


Desde su ventana el día ve cómo lluevo

qué triste

qué larga

qué monótona mi lluvia desde su cristal

Entre las cortinas descorridas de las cinco y media de la tarde

lluvia tras lluvia lluevo y lluevo

y una tierna tristeza me crece como un árbol.


*


(MAGALLY RECIÉN MUERTA)


Nos crece la soledad como un musgo de presagios

se sueltan nuestros ojos de la mano del día hoy

a esta hora

bajo un cielo inhóspito de ángeles

lavamos tu imagen en el agua que corre

croamos el silencio de los lirios

En el camino recién iniciado de ese sueño

tus pasos ciegos

aún no pueden encontrarnos.


*


(HABLA DE MÍ)


Un lugar común


Animal gigantesco es el recuerdo de mi voz que viene en las noches y se alimenta del corazón de mi hermano. Despierta. Se dice, siente que ha tenido un sueño en el que anda metido todo el día; sus pasos van embarrándose en el camino que se alarga como una culebra que le muerde los pies, que no lo suelta; va y viene del sueño en el que yo copio tus gestos. No lo cree. Se sienta a la mesa y dice que no quiere llegar a viejo. La nostalgia es una lepra que hace que su esencia se quede a pedazos. También lo reconoces como a uno de tus hijos; lo sientes en tu oscuro vientre y le cantas, y él se entristece, y tú te entristeces, y me entristece esa canción tan triste que cantas. Ah, muerte aire, muerte noche, muerte lugar común ¡cómo has echado a perder su vida!

(de LA MUERTE ES UN LUGAR COMÚN, Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, 1998)

lunes, 23 de julio de 2007

ODD MAN OUT


A Mario Alberto Bautista


Bueno. Ahora escribiré las palabras para que te entretengas en el ejercicio de subrayar.

Punza la herida futura en la muñeca izquierda.

Viene del corazón la señal y la leña con que pondré al aire este mensaje de humo.

La soledad amañada, la mañana soleada, la saña y nada nada nada nada.

Nada nada.

Nada nada nada nada nada.

Subraya la palabra que no corresponda:

nada nada nada nada nada nada todo.

Sí, subraya todo,

encierra en un círculo lo no encerrable.


(La seña.

La herida futura en la muñeca izquierda. Punza).

Aquí me quedo.

domingo, 22 de julio de 2007

GÓNGORA VE UNA GOLONDRINA

A Ignacio Ruiz-Pérez


Góngora ve una golondrina.

Desde los ojos del ave, de la pluma del poeta


brotan signos que son eco de su visión.


La golondrina ve a Góngora.


En los ojos del poeta se refleja


la línea que deja el ave


como negro eco de plumas


en el cielo español.


Si hacia atrás fuera el vuelo


—piensa el bardo—


esa tijera flotante cortaría


no el aire


sino la lógica misma del cielo.

NUBES (2)

A Gabriella Vera


Las nubes de la ciudad. . .

¡Mentira! Son de nadie,

pertenecen a nada.

Quería ser nube, pero ahora

deseo ser cielo:

es más grande

y ni siquiera existe.

viernes, 20 de julio de 2007

NUBES


A Gustavo Ruiz Pascacio


A las 10:20 de la mañana del día 3 de abril,

instalado en la espera de que caiga alguna idea

percibo una realidad:

dos nubes me miran,

me admiran,

se admiran de mí.

Las oigo hablar,

decir que soy irrepetible,

que la postura que adopto en el balcón nunca es la misma

para la siempre diferente manera de mirarlas.

Que la postura que adopto en el balcón

nunca es la misma.

Que la postura, que el balcón, que la mirada . . .

Pobres nubes de ciudad que no me saben leer.

RAYUELA


A Luis David

...inclinarse apenas hacia afuera y dejarse ir, paf se acabó
JULIO CORTÁZAR


Siendo las 9:25 de la noche de este día aburrido

inauguro el deseo de ser más alto,

de estar a una altura mayor de la que estoy en el balcón,

y con leve devaneo hacia el vacío

estaría mucho más lejos de la tierra,

en el cielo mismo porque soy muy bueno,

excelente para la muerte,

conozco ya su opinión,

estoy seguro:

no estoy a salvo de mí.

jueves, 19 de julio de 2007

IN THE SHOWER



A Roberto Rico


Temperatura corporal que así se restablece

por la agujerada rueda que me brinda la humedad deseada,

que se esmera en cambiarme la cara.


Por las ranuras practicadas al suelo se escurre el cansancio,

se derrite.

¿Qué espuma, qué suciedad no queda satisfecha en ese viaje?


Quisiera a veces que lavara más adentro,

que llevara el pensamiento también la dirección y la presteza

de todo lo que cae ahora sobre el piso de mosaicos

y, emulando a Moisés, abriera el piso azul que piso

para darme paso, para huir, para salvarme de mí mismo.


Si pisara la barra de jabón,

si mi cabeza,

abierta como un gran mar negro en miniatura, diera paso

a otro pequeño gran mar rojo

corriendo rápido, fuera, todo diluido

por la agujerada rueda que me brinda la humedad deseada.


Por las ranuras practicadas al suelo se escurre el cansancio,

se derrite

¿Qué espuma, qué suciedad no queda satisfecha en ese viaje?