Esta encina no sabe cómo es.
Verá tal vez su sombra por las tardes
pero nunca ha visto su reflejo en el agua.
A menudo sueño con los cedros rodeados de agua
de mi niñez, inclinados como si mirasen alrededor
descubriendo otros árboles en el reflejo.
Creo que la encina que veo ahora es real,
pero en mi sueño me ronda una y otra vez
la frase de Borges:
«una encina no es más real
que las formas de un sueño»
Luis Arturo Guichard [de Nadie puede tocar la realidad, Littera Libros, 2009]
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