A Magally (1978-1996)
(TODOS LOS DÍAS ES MARTES O LLUEVE)
Voy a hablar de la lluvia
de la lluvia cayendo día y noche
de las tejas recibiendo el mensaje
del ruido de las gotas que germinará la angustia
de la calle
del río en que la calle se convierte
de la gente que pasa por la calle anegada
Yo recordaba la lluvia viniendo de norte a sur
se veía siempre bajar la avenida
como una ola del mar de Dios
como una de sus tantas manifestaciones
como una mano que se alargaba para recibir mis barcos de papel
que ahora es una alfombra sobre la que caminan mamá y nuestros hermanos y nuestros amigos y tu cuerpo muerto
que ahora es una alfombra de agua que se extiende desde la casa hasta el cementerio
que es un mar hecho por el llanto de un día miércoles
Mar sin holas lleno de adioses el día de tu entierro.
*
El llanto me recuerda que he de llover
bailar en el vórtice de la tristeza
que ha de dolerme desde adentro cada cuerda
cada loca historia que se cuenta de repente
Debajo del ruido del mundo
mi hermana está muerta.
*
(MAMÁ)
Como si de un castigo se tratase
una promesa
una expiación de culpa o una constante búsqueda de límites de resistencia extraviados
sus ojos no se cierran por las noches y su cuerpo reconoce la extensión de la cama
porque es ahí donde el recorrido empieza en un ahora
hasta la monotonía diurna diaria de la calle del día siguiente
Bienaventurados sus muertos mamá
porque de ellos será su dolor
su colección infinita de rosarios de lágrimas.
*
(MAMÁ PIENSA)
"¿Qué va a pasar cuando me extrañe
y me llame
y le diga a Dios
-quiero a mi mamá?"
mamá piensa
se ilusiona pensando
y lo dice
creyendo que nos puede dejar solos
Ya sé que mamá está enferma de tristeza
ya lo sé
No necesitan decírmelo.
*
¿Que me ves y no me quieres ver llorar?
¿Por qué habrías de rechazar este hermoso dolor
esta conducta de enfermo que asumo
contra la voluntad de todos?
asumo el dolor
haz humo el tiempo
zumo de mi cuerpo mi sangre
súmala a la tuya
y vamos a salvarnos
a morirnos juntos
a salvarnos.
*
Once del miércoles de noche en punto
mi cabeza la cabeza una cabeza
piensa
reconstruye
oye dicta
suelta palabras que roen
el queso interminable de mi corazón
el corazón
un corazón.
*
Ciego
trasiego interminablemente mis palabras
busco lo que no te dije
lo que escribí
oculté
encuentro esquirlas de vida
que me cortan
las yemas de los ojos
Sigo trasegando.
*
Se ha vuelto cotidiano mi dolor
se ha vuelto en contra mía
me duelo a mí mismo
con un dolor insoportable que ha pactado
con todos los martes y las lluvias no una tregua
sino un ataque en conjunto
masivo
por todos los costados del sueño y la vigilia.
*
Desde su ventana el día ve cómo lluevo
qué triste
qué larga
qué monótona mi lluvia desde su cristal
Entre las cortinas descorridas de las cinco y media de la tarde
lluvia tras lluvia lluevo y lluevo
y una tierna tristeza me crece como un árbol.
*
(MAGALLY RECIÉN MUERTA)
Nos crece la soledad como un musgo de presagios
se sueltan nuestros ojos de la mano del día hoy
a esta hora
bajo un cielo inhóspito de ángeles
lavamos tu imagen en el agua que corre
croamos el silencio de los lirios
En el camino recién iniciado de ese sueño
tus pasos ciegos
aún no pueden encontrarnos.
*
(HABLA DE MÍ)
Un lugar común
Animal gigantesco es el recuerdo de mi voz que viene en las noches y se alimenta del corazón de mi hermano. Despierta. Se dice, siente que ha tenido un sueño en el que anda metido todo el día; sus pasos van embarrándose en el camino que se alarga como una culebra que le muerde los pies, que no lo suelta; va y viene del sueño en el que yo copio tus gestos. No lo cree. Se sienta a la mesa y dice que no quiere llegar a viejo. La nostalgia es una lepra que hace que su esencia se quede a pedazos. También lo reconoces como a uno de tus hijos; lo sientes en tu oscuro vientre y le cantas, y él se entristece, y tú te entristeces, y me entristece esa canción tan triste que cantas. Ah, muerte aire, muerte noche, muerte lugar común ¡cómo has echado a perder su vida!
(de LA MUERTE ES UN LUGAR COMÚN, Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, 1998)
lunes, 30 de julio de 2007
lunes, 23 de julio de 2007
ODD MAN OUT
A Mario Alberto Bautista
Bueno. Ahora escribiré las palabras para que te entretengas en el ejercicio de subrayar.
Punza la herida futura en la muñeca izquierda.
Viene del corazón la señal y la leña con que pondré al aire este mensaje de humo.
La soledad amañada, la mañana soleada, la saña y nada nada nada nada.
Nada nada.
Nada nada nada nada nada.
Subraya la palabra que no corresponda:
nada nada nada nada nada nada todo.
Sí, subraya todo,
encierra en un círculo lo no encerrable.
(La seña.
La herida futura en la muñeca izquierda. Punza).
Aquí me quedo.
domingo, 22 de julio de 2007
GÓNGORA VE UNA GOLONDRINA
A Ignacio Ruiz-Pérez
Góngora ve una golondrina.
Desde los ojos del ave, de la pluma del poeta
brotan signos que son eco de su visión.
La golondrina ve a Góngora.
En los ojos del poeta se refleja
la línea que deja el ave
como negro eco de plumas
en el cielo español.
Si hacia atrás fuera el vuelo
—piensa el bardo—
esa tijera flotante cortaría
no el aire
sino la lógica misma del cielo.
NUBES (2)
A Gabriella Vera
Las nubes de la ciudad. . .
¡Mentira! Son de nadie,
pertenecen a nada.
Quería ser nube, pero ahora
deseo ser cielo:
es más grande
y ni siquiera existe.
viernes, 20 de julio de 2007
NUBES
A Gustavo Ruiz Pascacio
A las 10:20 de la mañana del día 3 de abril,
instalado en la espera de que caiga alguna idea
percibo una realidad:
dos nubes me miran,
me admiran,
se admiran de mí.
Las oigo hablar,
decir que soy irrepetible,
que la postura que adopto en el balcón nunca es la misma
para la siempre diferente manera de mirarlas.
Que la postura que adopto en el balcón
nunca es la misma.
Que la postura, que el balcón, que la mirada . . .
Pobres nubes de ciudad que no me saben leer.
RAYUELA
A Luis David
...inclinarse apenas hacia afuera y dejarse ir, paf se acabó
JULIO CORTÁZAR
Siendo las 9:25 de la noche de este día aburrido
inauguro el deseo de ser más alto,
de estar a una altura mayor de la que estoy en el balcón,
y con leve devaneo hacia el vacío
estaría mucho más lejos de la tierra,
en el cielo mismo porque soy muy bueno,
excelente para la muerte,
conozco ya su opinión,
estoy seguro:
no estoy a salvo de mí.
jueves, 19 de julio de 2007
IN THE SHOWER
A Roberto Rico
Temperatura corporal que así se restablece
por la agujerada rueda que me brinda la humedad deseada,
que se esmera en cambiarme la cara.
Por las ranuras practicadas al suelo se escurre el cansancio,
se derrite.
¿Qué espuma, qué suciedad no queda satisfecha en ese viaje?
Quisiera a veces que lavara más adentro,
que llevara el pensamiento también la dirección y la presteza
de todo lo que cae ahora sobre el piso de mosaicos
y, emulando a Moisés, abriera el piso azul que piso
para darme paso, para huir, para salvarme de mí mismo.
Si pisara la barra de jabón,
si mi cabeza,
abierta como un gran mar negro en miniatura, diera paso
a otro pequeño gran mar rojo
corriendo rápido, fuera, todo diluido
por la agujerada rueda que me brinda la humedad deseada.
Por las ranuras practicadas al suelo se escurre el cansancio,
se derrite
¿Qué espuma, qué suciedad no queda satisfecha en ese viaje?
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