martes, 3 de noviembre de 2009

domingo, 11 de octubre de 2009

domingo, 20 de septiembre de 2009

RESTOS



A Silvia Camerotto
Un enfermo de gravedad se masturba
para dar señales de vida

ENRIQUE LIHN

Abro otra vez el libro que nunca escribo y aparece —terca— la misma sentencia:

...............“Un hombre que cae está enfermo de gravedad”.

Y es ahora que la noche me devora,

me devana y deshilacha y muele y duele de la piel a la médula,

y me vienen palabras como enjambres de demonios, como títulos de nada,
         
poblado de estos rezos yo voy hacia el vacío
             
y voy hacia el vacío poblado de esos restos:

...............“Huesos de noches de osada ternura”

...............“Pontificada deslealtad a la suma de todos sus
...............plagios”

...............“Ausencia adjetivada a tientas”

...............“Hombre atrapado en flagrancia en el anuncio de
...............lo sucio de su sino”

...............“Manual para alternar las sombras con los restos
...............de una niñez unida a los barrancos del desgano”

...............“Precaución: héroe temeroso jugando un papel
...............temerario”

...............“Precaución: pequeño dios depositando ecos en
...............la blanca tersura de los grabados del papel
...............sanitario”


Silencio. Silencio.

Bloques de soledad donde el silencio asesina decisiones.

jueves, 20 de agosto de 2009

Deslizamientos

(5)


El ave canta pero sólo el paso

es un canto en sí: breve monólogo

en las baldosas del patio.


IGNACIO RUIZ-PÉREZ

martes, 18 de agosto de 2009

Diagrama de luz



A Diana Ramírez


*
Día luz brotando
Intensa llamarada de fulgor
Agua que discurre por las causas
Nacimiento del milagro
Ante mis ojos:

**
Hay una redonda naranja
Suspendida de las ramas de los árboles
La cortaré
Y haré jugo
Que beberé con la mirada.

***
Hierven los autos las banquetas las calles
Las pisadas se calcinan
Cenizas de un andar
Fantasmas flotan por los aires
Las sombras han ardido
Hay tanta luz
A mediodía
Que ver marea.

****
Para ser uno
Se debe ser múltiple
Como el sol
Otro apenas el parpadeo
Otro a cada mirada
Otro cuando cierre los ojos.

*****
La luz ha dejado en lo profundo de sus pupilas
Dos perlas
Dibujó en sus cabellos
Un resplandor
Finísimo relámpago en la oscuridad
Gubia
Que incide en el tiempo de mi memoria.


BERNARDO FARRERA

lunes, 10 de agosto de 2009

POEMUERTE (canto a Miquiztli)



porque te encuentro a cada paso

a cada inmensidad del viento


en cada gente que me mira como quien sabe pájaro

porque acudo a mis raíces

y te descubro formando parte de mi risa de mis ojos

porque la tierra y el pueblo

y porque duele en el costado

algo que me entristece hasta el amor

te platico estas cosas

compañera



JOAQUÍN VÁSQUEZ AGUILAR

domingo, 9 de agosto de 2009

Poema descontento



esto de andar un poco descontento


de mendigar la palmada

para la diaria soledad

para la dieta terca de media claridad al día


es como estar enfermo


porque a fines de junio

ha retoñado el corazón con las primeras lluvias

en la primera tierra

con el primer olor del viento y de la novia


uno se dice que vive no hay duda


uno se dice la alegría mojándole la risa

uno se dice mereciendo los niños y sus juegos


pero luego el calor

el aire duro como estatua


pero luego la ventana

toda ojos siempre en espera

en el acontecer

del sol

y de la calle

y esto de despertar y no poder abrir el alba

de caminar y no llegar al otro lado de la puerta

de querer saludar a todos

y no mover la mano


es como estar la muerte

ofreciendo su imagen


entonces

a entera oscuridad

el corazón pierde sus hojas


JOAQUÍN VÁSQUEZ AGUILAR

jueves, 6 de agosto de 2009

Poema con muerte acalorada


me pongo a discutir con mi muerte


y me acaloro


y nos acaloramos


y en llamas


seguimos discutiendo



se necesitan trancas


fuertes sogas


ríos enfurecidos


para detener mi muerte



mi muerte echó a correr como un caballo



agárrate


viento


que traigo


mi muerte relinchando


mi muerte desbocada



¡ay!


mi enloquecida muerte



JOAQUÍN VÁSQUEZ AGUILAR

martes, 4 de agosto de 2009

INVITACIÓN


A realizarse el 8 de agosto de 2009 a las 18:00 horas.
Café Hangar 21
av. central entre 1a y 2a poniente sur
(al interior de Mi paleta)
Ocozocoautla de Espinosa

lunes, 3 de agosto de 2009

Por ejemplo



—Sí —dijo él—,

me gusta tu manera de llorar:

todo un ejemplo a seguir.

Y ambos rieron.

sábado, 25 de julio de 2009

Cuando era niño



Cuando era niño este amor con frecuencia

se perdía Se iba tras de ella

sin tomarle la mano y en la esquina

siempre la confundía por otra más alta

y así de pronto se encontraba

con que ella era ya gigantesca

y no había más remedio que llorar

sábado, 18 de julio de 2009

A estas alturas



Oh lector, traductor del espejo, poeta:

a estas alturas

la Palabra no te puede incendiar,

reforzar una débil decisión

de quedarte ¿no es verdad?

No te quita ni te da lo que no hay,

lo que no existe.


A estas alturas, lo que no dura llega,

lo que persevera cansa.


Acostarse temprano y, quizá,

a estas alturas de la noche,

horizontal,

sobre una cama de clavos en perfecto esplendor,

sobre toda la luz emitida por su filo,

yacer bajo un halo de terrible bondad,

combatiendo el insomnio, sobre todo.


O hacer el amor (amar, ser amado)

sobre pétalos magníficos de soledad en flor,

y soñar

soñarsoñarsoñarsoñarsoñar

soñarsoñarsoñar ¿qué más te queda?

Soñar que te levantas y empiezas la espera

con el muñón del pie derecho.

jueves, 18 de junio de 2009

Soledad amarilla



Abres un huevo

y ahí está:

soledad

amarilla.

Cocinas entonces

la soledad.*

La adornas con chile,

con cebolla,

y lloras

hasta que te hartas

de llorar.



____________
*dos soledades
te caerían mal

domingo, 14 de junio de 2009

Alegría



Que se alegre al ver cómo su angustia fructifica,

cómo nacen ideas,

cómo una hoja de papel corta las venas.

Pero la tinta no inunda todo

con su veneno negro.

Que repita, que repita la tarea

(me pregunto si vale la pena).

martes, 9 de junio de 2009

11



Voy a escribir un texto al que pondré por título

SOLEDAD EN ACCIÓN

El texto estará saturado de elementos largos.

Habrá paredes adornadas con cuadros abstractos

y habrá lagartijas, mosquitos y arañas queriendo cruzar el umbral del poema.

La tarde arderá afuera hasta muy tarde.

El jazz sonará quedo, interminable.


Yo seré el hombre sobre el sofá:

Yaceré recién desempacado

de una dulce ensoñación forzada por la espera.


Hormigas empañadas, apiñadas y en vaivén continuo,

llevarán su ración de una comida preparada para dos,

sobre la mesa.

viernes, 29 de mayo de 2009

INVITACIÓN


para mas información clica aquí

jueves, 28 de mayo de 2009

sábado, 23 de mayo de 2009

INVITACIÓN

para checar la nota alusiva en el periódico Cuarto poder clica aquí

viernes, 15 de mayo de 2009

Cincuenta años de magisterio: Ceín Gutiérrez Molina



Carlos Gutiérrez Alfonzo

Ceín, hijo de Sabel y de Victoria, nacido en Chiapa, adonde vamos con él cada 20 de enero, parachicos y flores en la fiesta, Ceín, huérfano a los cinco años, solo, en los brazos de la tía Etelvina, ahí, con ella, hermana de su madre. Ceín, trabajador de la tienda Modelo de Tuxtla, por la que recorrió Chiapas vendiendo telas, cuando aún era un adolescente, cuando iba solo, solo, Ceín, se llama, y recorre Chiapas, y es luego sastre, solo, sin su madre, Ceín, y es fotógrafo en Arriaga, y está en La Libertad, Ceín, los nombres lo persiguen: Victoria y Libertad, con una mano tendida, con una mano, buscando qué comer, Ceín por las calles de Chiapa, Ceín en una luz.

Ceín, con pundonor, haciendo su vida, sabiendo que al final, en medio de la oscuridad, está la majestad del sol, Ceín, sabe, va, hijo de Sabel, sabe, y va e iba hacia el abismo y Ceín con su nombramiento.

Ceín, es la oscuridad, sabe, hijo de Sabel y de Victoria, sabe, es la Luz, y de la calle, y del lodo, Ceín.

Ceín es mi padre, y lo celebro ahora, en este 2009, cuando cumple cincuenta años de maestro, y estamos con él sus dos hijos, por quienes ha dado
su vida,
en él está la vida
ser nada más y
con él Ana María, su mujer, quien lo cuida, quien está con él, en estos cincuenta años de maestro, así lo ha vivido desde que le dieron su nombramiento, él, maestro, en esta tierra, y con él sus tres nietas y su nieto, la familia de él, en Comalapa, en esta tierra donde ha formado generaciones, y Ceín en una fiesta, una sola fiesta, con parachicos y música, siempre él, una fiesta, una sola fiesta, Ceín, mi padre. Hoy lo celebro en sus cincuenta años de magisterio, aún en pie, y lo canto y lo celebro a él, a Ceín, padre mío, él.

jueves, 14 de mayo de 2009

ADIÓS



Espero un adiós,

algo me crece por un tiempo definido,

me cree gradualmente,

día a día,

que el diagnóstico sea lapidario:

Eso que usted espera es un adiós.

Y espero,

espero a que nazca, rubicundo,

con un grito a todo pulmón,

listo para beber de mí, sorber de mí,

hermoso,

tierno adiós.

viernes, 1 de mayo de 2009

SOBRE TODO



Entonces la actriz principal se desplaza

sobre este gran charco de sangre que soy.

Hoy tengo la forma del mapa de España.

Mi brillo es notorio desde esa perspectiva.

Metida aún —aun mentida—

en el glorioso personaje que la mueve

ella camina, se desplaza

sobre esta piel de todo como si nada.

Quisiera que dudara: “Mujer de poca fe”

algo en mí le diría a su humano hundimiento.

Pero no, ahí sigue: como si caminara sobre nada;

mesías femenino de tacones altos

que se hunden sin temor, mínimamente,

sobre esta piel de todo,

sobre el mapa de España,

sobre este gran charco de sangre que soy.

martes, 14 de abril de 2009

la provisión del peregrino: la poética de Luis Arturo Guichard


Gustavo Ruiz Pascacio


Cupular e ineludible –como suelen ser los libros precisos y esenciales– la poesía de Luis Arturo Guichard (Tuxtla Gutiérrez, México, 1973) apela en Nadie puede tocar la realidad [1] a la condición circular del nombrar y lo nombrado; al territorio de lo inasible; a la poesía en sí como orden del orden del mundo. Provisión del peregrino, ajuste de cuentas con el mapa cultural de occidente, y con lo que ese mapa ha dado en y con la poesía; es decir, escalas de lectura y resguardo de voluntades, iniquidades, utopías, ejes y ventanas de lo pasional, cánones y herejías, diálogo entre la ascensión y la caída, factorías y mercados de sueños y desencantos.

Todo estaba repartido desde el principio
A la jirafa, un corazón de pozo profundo
A Ulises el divino, los nudos de su balsa
A cada siglo, su propio cuchillo afilado
A cada máscara, un solo personaje (…)

Al día, la amenaza del infinito
A las vacas de peluche, el mito de Europa
A la tierra plana, otras cosas bellas que no existen
A la ciudad, un círculo, una línea y buena suerte (…)
[2]

Si el calibre de todo sistema poético es su deuda con su causa predecesora, El orden de las cosas –poema que abre el libro y al que pertenece el fragmento antes referido– recuerda al poema Las causas de Jorge Luis Borges, y con él, todo y ninguno, la realidad onírica, la innumeralidad, el círculo y el laberinto. Dice Borges: Los ponientes y las generaciones. // Los días y ninguno fue el primero. // La frescura del agua en la garganta / de Adán. El ordenado Paraíso. // El ojo descifrando la tiniebla (…) [3] Habría que aclarar, eso sí, deuda de ferviente pertenencia conjunta. Es decir, no con Borges sino junto a Borges, en el despliegue de la erudición del imaginario grecolatino –en particular– y en la reconversión poética del mismo.

Desde su aparición en el panorama bibliográfico de la poesía contemporánea mexicana con Los sonidos verdaderos [4], Luis Arturo Guichard ha persistido en la construcción de un sistema poético binario, operado tanto desde dentro como desde afuera de la aprehensión y la comprensión del sentido poético del mundo: Hoy vendrás porque te he llamado / y te he recordado que eres transparente, dice el poeta, en un discurso basado en el movimiento orgánico de los sentidos y el movimiento de los signos que caracteriza el conjunto semántico referido. De ahí que lluvia, agitación, vuelo, agua, polvo, dormir, caminos y lugares constituyan el índice de tránsito de su verbalidad, pero, también, prototipos de un remoto armado del universo: Cuando duermo los omnipotentes / salen de la sombra que han creado / y cortan mi párpado derecho / para buscar las imágenes / que el día pudo dejarme.

En Los sonidos verdaderos, Luis Arturo Guichard postula una poesía que reconoce y aborda un Centro del mundo operado en aras de un discurso poético en constante búsqueda del Centro de sí mismo: Tú existes porque yo echo a vuelo / campanas de la tarde / Tú existes porque yo crezco pasto / para darte jardines/ Tú existes porque yo junto las manos / y espero las estrellas / Tú existes porque te multiplico / pensándote a cada hora / Tu sombra y nunca tú / entre mis manos ávidas // Avanzo, retrocedo, me circundo / a través de ti, a través del mundo / hacia el centro cambiante de mí mismo. Así, entre la certeza del lenguaje y la incertidumbre de su resultante transcurren los hechos del mundo y los hechos del poeta ante el mundo. Entre lo asible y lo inasible que llamamos “cultura”, a expensas del mito y su ruptura, entre el ascenso y la caída.

Verticalidad, ascenso y descenso, son instancias no sólo argumentales sino actos de fe en la ruta de la poesía de occidente. Quizá deba decir de la poesía universal, pero la traslación poética de oriente –al menos el caso de India, Japón y China– concibe, además, planos de horizontalidad y concentración –me refiero al Centro del mund– o no sé si más sofisticados, sí de otro despliegue al interior del poema. Pues bien, El camino hacia arriba y hacia abajo del que habla Guichard en Nadie puede tocar la realidad es, precisamente, ese recuento de las mentalidades aprehensivas del universo, centro y orilla, búsqueda y ruptura, maravilla y descaro, extravío y salvación.

Asomado al lago he visto dos caminos (…)



No hace falta Heráclito para saber que los dos
caminos son uno y el mismo.

El camino hacia arriba y hacia abajo
es bastante menos que dios
pero es mucho más de lo que necesito.
[5]

Dos acepciones más menciono a continuación: unidad y proximidad. El Uno que provee, porque de él proviene y lo que proviene vuelve al proveedor. Proximidad en su sentido tomista –a decir de Kristeva- “estar con, parecerse, encontrarse, convenire cum[6] De este modo, en su poesía lo que está apela a una causa anterior, no sólo discursiva sino ontológica, la constitución de una subjetividad deseante.

El día de la creación no pudo ser creado directamente
Primero había que crear algo, cualquier cosa, que lo precediese
Entonces fue creada –supongamos– la trompeta de jazz
Que a su vez fue precedida por el músico
Que a su vez fue precedido por su padre y su madre
jóvenes y juntos dentro de un Fiat 1930
Que a su vez fue precedido por un camino
Que a su vez fue precedido por un bosque
Que a su vez fue precedido por lo que sea que lo precedía
-la tierra, el eje, la galaxia o las enanas blancas–

La verdad es ésta: la creación sucede marcha atrás
Así se comprende todo perfectamente

¿Hasta qué punto, entonces, la creación poética es original e inaugural si hallamos detrás suyo la sombra de una causa primera? La es, probablemente, en la medida en que el momento de la creación poética que llamamos poema ocurre en un espacio temporal irrepetible para el sujeto poético de la enunciación, pero ligado o re-ligado a la cadena de los signos y los símbolos, la correspondencia universal, el canon de las estrellas o el planisferio de sí; y desde luego no dispuestos en la univocidad del sentido sino a un valor o valores que puede atender a una diversa gradación del saber, valores de interpretación secuenciales, alternos, paralelos y/o por supuesto, herméticos. Por ejemplo, en el poema Animal que sí existe, el animal platónico tiene un referente extratextual, y su validez en el discurso del poema es su re-coordenada semántica en el aquí lingüístico del espacio poético inaugurado por el poema. Dos vertientes poéticas se juntan: la que acude patrilinealmente a lo nombrado y la que re-descubre los ámbitos inasibles de lo nombrado.

Sí, he visto al animal platónico, elemental y vivo.
Tenía los ojos de él, inquisitivos y burlones;
de ella era al menos la nariz (notable pero bella);
las pisadas eran fuertes de los dos y el resto
se repartía conforme los iba uno conociendo.
Desde que su propia fiereza los separó
están buscándose él y ella.
Esa búsqueda es lo único que le queda a cada uno
del animal magnífico que formaban juntos.

De alguna manera, Nadie puede tocar la realidad es un libro que en su vocación compilatoria de la comprensión del mundo atiende a la finalidad del pensamiento simbólico como integrador del gozo de la imaginería y la pluralidad referencial del orden cósmico. Quizá, por ello, el hacer de la materialidad y el hacer de lo emocional se integran en una constante discursiva y temática del arribo, el tránsito y el retorno. Lo que viene y lo que va, lo que deja eso que va, lo que lleva lo que deja eso que va, no es más que la etérea animación de la poesía, sus rutas de las cuales siempre sale incólume, sin más gravamen que los ojos y los labios del lector.

En las puertas cerradas y en las salas de espera
En las calles que conozco pero ya no recorro
En las fotografías que hojeo según la densidad del aire
En el mástil de la bandera equis sobre la plaza ye
En la cita a ciegas y en la llave de tu cuarto
En los cuerpos, sobre todo en los cuerpos
No sé si me estoy despidiendo para un largo viaje
o si estoy haciendo ya el camino de regreso



Tuxtla Gutiérrez
Barrio de san Roque
marzo de 2009



____________________________

[1] Guichard, Luis Arturo. Nadie puede tocar la realidad, Colección Litteratos, Ed. Littera Libros, España, 2009, 66 pp.
[2] Op. Cit. P. 13
[3] Cf. BORGES, Jorge Luis. Antología poética 1923-1977, Colección "El libro de bolsillo", Alianza/Emecé, Madrid, 1983, pp. 140-141
[4] Cf. Guichard, Luis Arturo. Los sonidos verdaderos, Ed. UNICACH-Casa Juan Pablos, México, 2000, 71 pp.
[5] Op. Cit. P. 15
[6] KRISTOVA, Julia. Historias de amor, Siglo XXI Editores, México, 1991, p. 154

domingo, 29 de marzo de 2009

un poema de Lydia Pistagnesi



Partí sin despedirme

una oscura mañana,

borrada mi memoria,

entregada a mi suerte.

Tracé nuevos caminos

con códigos extraños,

marcando vaticinios

de tatuajes inertes.

Habité en visceralea

rincones de agonía,

resbalé por cornisas

entre brasas candentes

Escribí del destierro

ecos de hipocresía

y dormí en nauseabundas

hogueras de la muerte.


Lydia Raquel Pistagnesi

miércoles, 18 de febrero de 2009

O tal vez sí

Esta encina no sabe cómo es.

Verá tal vez su sombra por las tardes

pero nunca ha visto su reflejo en el agua.

A menudo sueño con los cedros rodeados de agua

de mi niñez, inclinados como si mirasen alrededor

descubriendo otros árboles en el reflejo.

Creo que la encina que veo ahora es real,

pero en mi sueño me ronda una y otra vez

la frase de Borges:

«una encina no es más real

que las formas de un sueño»


Luis Arturo Guichard [de Nadie puede tocar la realidad, Littera Libros, 2009]

jueves, 29 de enero de 2009

Día de la creación



El día de la creación no pudo ser creado directamente

Primero había que crear algo, cualquier cosa, que lo precediese

Entonces fue creada –supongamos– la trompeta de jazz

Que a su vez fue precedida por el músico

Que a su vez fue precedido por su padre y su madre

jóvenes y juntos dentro de un Fiat 1930

Que a su vez fue precedido por un camino

Que a su vez fue precedido por un bosque

Que a su vez fue precedido por lo que sea que lo precedía

–la tierra, el eje, la galaxia o las enanas blancas–


La verdad es ésta: la creación sucede marcha atrás

Así se comprende todo perfectamente


Luis Arturo Guichard [de Nadie puede tocar la realidad, Littera Libros, 2009]

viernes, 16 de enero de 2009

Díptico por Sylvia Plath

1

Desvío,
parada y descenso en la acera derecha de la idea en hora inútil.
¿Ahora qué?
¿Dosificar la creación?
"la emoción encinta parirá mi herida nueva..."
Mi herida, tan linda,
a unas cuantas palabras de nacida
de la luz con que alumbramos el adiós.


2

Se asfixia este dolor, mi dolor tierno;
es reducido el espacio que le doy.
¿Acaso no merece un área extensa,
un gran corazón-patio en el cual pueda
jugar a sus anchas?
Que ya no haya reparo en complacerlo,
malcriarlo. Ya era hora.
—Aquí, ven. Ten un beso.
Hasta mañana, precioso bebé.

martes, 13 de enero de 2009

Felicidad de algo



Felicidad de algo,

cualquier cosa que pueda ser feliz;

una extensión de la felicidad o esta última extendida hacia lo que la hizo posible.

Tan subjetiva la cuestión si pienso, por ejemplo, en el cabello,

en si es feliz si lo corto

o si sucede su dicha si lo dejo intacto.

La tecla de borrar, tan presionada a diario,

seguro tiene una felicidad de algo.

Alguien o algo tiene que ser feliz.

miércoles, 7 de enero de 2009

ANIMALES DISTINTOS


SISTEMA


Conversaciones triviales

sonrisas

máscara que oculta el rostro


Nadie nos conoce

giramos

solos

en el negro sin fin

del universo


Únicos

brillantes

cada cual

su propio sistema


su particular

mundo disecado


Marta Miranda (Mendoza, 1962)


MATERIA


Si todo fuera piedra,

si tan solo la piedra sobrevive

como piedra, con la dureza propia

de los cráneos. si ya no es catedral,

si no es corazón duro, no es aljibe ni pozo.

Si la piedra es granito,

si no es flecha de sílice,

ni tótem ni muralla.

Si es materia y cantera

sin los picos y palas que la busquen.

Si no es temperamento,

pues no hay ya dónde habite,

ni molinos futuros ni pasados

que generen la luz

o que muelan el trigo.

Si sólo es lo que muestra

la piedra cuando miras,

entonces debe ser que ya no estamos.


Ignacio Elguero (Madrid, 1964)


DIRECCIONES


Es mía y

hago con ella

lo que se me da la gana

la manipulo a mi manera


yo decido cómo

Los derroteros

los senderos

los caminos

las veredas

las rutas


yo decido cuáles


Es mía y

yo muevo sus bridas

su timonel

su volante

su velocidad

su freno


yo decido a dónde


Por favor

no me dirijas la palabra


Fernando Reyes (México, D. F., 1967)

[de ANIMALES DISTINTOS, muestra de poetas argentinos, españoles y mexicanos nacidos en los sesentas; antología coordinada por Juan Carlos H. Vera]

jueves, 1 de enero de 2009

De cabeza

A Cecilia Romana

un bello espectáculo y un punto a favor de la exactitud
de la mecánica celeste
ENRIQUE LIHN


Me gustaría tener una tristeza

—víctima embellecida, como sugiere Lihn—,

exhibida en pantallas gigantescas en parques, en plazas, en grandes estadios,

cayendo

cabeza abajo;

una tristeza con todo y su música de fondo destinada en principio al efecto en nosotros,

sufriéndolo ahora para nuestros ojos,

como gran estrella.


Qué ironía: estar pendientes, después del anuncio por red nacional;

qué morbo: no querer perdernos de verla cayendo a todo color,

alta, hermosa raya de estrella fugaz,

notoria desde muchos puntos.


Me alegra pensar en cómo lo tomarían aquellas

mujeres que lloran frente al televisor:

tía Concepción, mi prima Lupita.

A mamá le encantaría. Tendríamos, entre todos,

una gran pesada tristeza

despeñándose.


Seguramente nos alegraría

a todo color:

rápida raya de estrella fugaz,

cayendo

lejos de la multitud

no sobre ella.