viernes, 1 de agosto de 2008

Han venido



Han venido

aquellos que partieron y habíamos olvidado

los que llevan en su espalda

las palabras asombrosas de la memoria ajena


Voy en su compañía el día entero

y el orden del mundo se corrompe


heridos

por el presentimiento de lucha

ansiosos ante nuestra presencia

los amantes

recorren las calles

flotando como la ceniza

de un incendio que no provocaron


cabizbajos

sin concesiones al desfile

los ciegos

ocultan una fiesta

bajo sus párpados

y muestran su sonrisa


A dónde han de llevarme

desconozco

no son el cumplimiento de las anunciaciones


voy así con ellos

mientras a mis pies descansa

en prudente sombra

la derrota inevitable



Arlette Luévano