jueves, 11 de septiembre de 2008

Un hombre que cae está enfermo de gravedad



A Raúl Ruelas, in memoriam

—No es sólo la altura; tan importante o más es el prestigio del lugar desde donde se salta a la muerte.
CARLOS FUENTES


Eso que todos vimos

fue un hombre cayendo,

precipitando un encuentro

con la dura realidad.


Lo que todos presenciamos

fue el cuerpo

de un hombre impaciente

volando a una cita

con el pavimento.

Eso que yo vi,

lo que llenó mis ojos

¿fue un hombre

(o fue un fruto aún verde)?

¿Por qué no fue todo

como en un cuento?

¿Por qué el aire

no se hizo más denso?

¿Por qué

no se volteó el mundo

una fracción

milésima

de tiempo,

el tiempo

suficiente

que frenara

su caída

para empezar

de cero?


Muchos de nosotros ofrecimos

mentalmente y de manera expresa

una hora,

un día,

hasta un año de vida

para que el hombre siguiera

en el vacío,

no lo tocara la muerte

de forma tan dura;

y

todos

vimos

con horror

el ímpetu

ganado

por el cuerpo.

Realmente

la imagen

ganó peso:

subió el rating,

y la caída sigue

y sigue

y sigue

en programas de aniversario,

en recuentos orales

del hecho,

en notas de diarios,

en fotos,

en malos sueños,

en este texto

que ahora escribo

sobre un hombre

al que nunca vi

tocar

el

suelo.

(de Un hombre que cae está enfermo de gravedad, inédito)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Soy de religion Cristiana, anoche tuve una vision de una persona llamada así,Raúl Ruelas solo vi su nombrte gravado en un pastel..como si el fuera un niño...vi un apodo de el..si puedes comunicate....senti paz...Dios es bueno...Cualquier cosa que pase ..será lo mejor...El vivir es Cristo y el morir...es ganancia..recibe a Cristo en tu corazón...marypalma02@hotmail.com

Anónimo dijo...

Este poema me llegó en muchos aspectos, me recordó a mi padre que murio de cancer el mes de abril, a mi cuñado, que murio de un tragico accidente en el mes de Julio, a la vida, que a veces he visto que la matamos nosotros mismos...y no nos damos cuenta, Gracias a Dios...Yo he despertado...Por eso me duele verlo.

Eduardo Hidalgo dijo...

Hola,
ignoro de qué manera el pastel y Raúl puedan estar relacionados; aunque había un lazo de afecto entre los dos, desconozco muchas cosas de él. El contacto con su familia y los amigos comunes, de alguna manera, está perdido. Él conoció la primera versión de este poema y siempre quiso verlo concluido. Cuando tuve una versión satisfactoria lo busqué por medio de un amigo, sólo para enterarme de que lo habíamos perdido una semana antes.
Me intriga, también, tu sueño. Trataré de contactar a la familia. Un abrazo. Gracias por el comentario y por visitar mi blog.

E.H.