
martes, 3 de noviembre de 2009
domingo, 11 de octubre de 2009
domingo, 20 de septiembre de 2009
RESTOS
A Silvia Camerotto
Un enfermo de gravedad se masturba
para dar señales de vida
ENRIQUE LIHN
Abro otra vez el libro que nunca escribo y aparece —terca— la misma sentencia:
...............“Un hombre que cae está enfermo de gravedad”.
Y es ahora que la noche me devora,
me devana y deshilacha y muele y duele de la piel a la médula,
y me vienen palabras como enjambres de demonios, como títulos de nada,
poblado de estos rezos yo voy hacia el vacío
y voy hacia el vacío poblado de esos restos:
...............“Huesos de noches de osada ternura”
...............“Pontificada deslealtad a la suma de todos sus
...............plagios”
...............“Ausencia adjetivada a tientas”
...............“Hombre atrapado en flagrancia en el anuncio de
...............lo sucio de su sino”
...............“Manual para alternar las sombras con los restos
...............de una niñez unida a los barrancos del desgano”
...............“Precaución: héroe temeroso jugando un papel
...............temerario”
...............“Precaución: pequeño dios depositando ecos en
...............la blanca tersura de los grabados del papel
...............sanitario”
Silencio. Silencio.
Silencio. Silencio.
Bloques de soledad donde el silencio asesina decisiones.
jueves, 20 de agosto de 2009
Deslizamientos
(5)
El ave canta pero sólo el paso
es un canto en sí: breve monólogo
en las baldosas del patio.
IGNACIO RUIZ-PÉREZ
El ave canta pero sólo el paso
es un canto en sí: breve monólogo
en las baldosas del patio.
IGNACIO RUIZ-PÉREZ
martes, 18 de agosto de 2009
Diagrama de luz
A Diana Ramírez
*
Día luz brotando
Intensa llamarada de fulgor
Agua que discurre por las causas
Nacimiento del milagro
Ante mis ojos:
**
Hay una redonda naranja
Suspendida de las ramas de los árboles
La cortaré
Y haré jugo
Que beberé con la mirada.
***
Hierven los autos las banquetas las calles
Las pisadas se calcinan
Cenizas de un andar
Fantasmas flotan por los aires
Las sombras han ardido
Hay tanta luz
A mediodía
Que ver marea.
****
Para ser uno
Se debe ser múltiple
Como el sol
Otro apenas el parpadeo
Otro a cada mirada
Otro cuando cierre los ojos.
*****
La luz ha dejado en lo profundo de sus pupilas
Dos perlas
Dibujó en sus cabellos
Un resplandor
Finísimo relámpago en la oscuridad
Gubia
Que incide en el tiempo de mi memoria.
BERNARDO FARRERA
lunes, 10 de agosto de 2009
POEMUERTE (canto a Miquiztli)
porque te encuentro a cada paso
a cada inmensidad del viento
en cada gente que me mira como quien sabe pájaro
porque acudo a mis raíces
y te descubro formando parte de mi risa de mis ojos
porque la tierra y el pueblo
y porque duele en el costado
algo que me entristece hasta el amor
te platico estas cosas
compañera
JOAQUÍN VÁSQUEZ AGUILAR
Etiquetas:
Joaquín Vásquez Aguilar,
vivan mis poetas muertos
domingo, 9 de agosto de 2009
Poema descontento
esto de andar un poco descontento
de mendigar la palmada
para la diaria soledad
para la dieta terca de media claridad al día
es como estar enfermo
porque a fines de junio
ha retoñado el corazón con las primeras lluvias
en la primera tierra
con el primer olor del viento y de la novia
uno se dice que vive no hay duda
uno se dice la alegría mojándole la risa
uno se dice mereciendo los niños y sus juegos
pero luego el calor
el aire duro como estatua
pero luego la ventana
toda ojos siempre en espera
en el acontecer
del sol
y de la calle
y esto de despertar y no poder abrir el alba
de caminar y no llegar al otro lado de la puerta
de querer saludar a todos
y no mover la mano
es como estar la muerte
ofreciendo su imagen
entonces
a entera oscuridad
el corazón pierde sus hojas
JOAQUÍN VÁSQUEZ AGUILAR
Etiquetas:
Joaquín Vásquez Aguilar,
vivan mis poetas muertos
jueves, 6 de agosto de 2009
Poema con muerte acalorada
me pongo a discutir con mi muerte
y me acaloro
y nos acaloramos
y en llamas
seguimos discutiendo
se necesitan trancas
fuertes sogas
ríos enfurecidos
para detener mi muerte
mi muerte echó a correr como un caballo
agárrate
viento
que traigo
mi muerte relinchando
mi muerte desbocada
¡ay!
mi enloquecida muerte
JOAQUÍN VÁSQUEZ AGUILAR
Etiquetas:
fotos,
Joaquín Vásquez Aguilar,
vivan mis poetas muertos
martes, 4 de agosto de 2009
INVITACIÓN
lunes, 3 de agosto de 2009
sábado, 25 de julio de 2009
Cuando era niño
Cuando era niño este amor con frecuencia
se perdía Se iba tras de ella
sin tomarle la mano y en la esquina
siempre la confundía por otra más alta
y así de pronto se encontraba
con que ella era ya gigantesca
y no había más remedio que llorar
sábado, 18 de julio de 2009
A estas alturas
Oh lector, traductor del espejo, poeta:
a estas alturas
la Palabra no te puede incendiar,
reforzar una débil decisión
de quedarte ¿no es verdad?
No te quita ni te da lo que no hay,
lo que no existe.
A estas alturas, lo que no dura llega,
lo que persevera cansa.
Acostarse temprano y, quizá,
a estas alturas de la noche,
horizontal,
sobre una cama de clavos en perfecto esplendor,
sobre toda la luz emitida por su filo,
yacer bajo un halo de terrible bondad,
combatiendo el insomnio, sobre todo.
O hacer el amor (amar, ser amado)
sobre pétalos magníficos de soledad en flor,
y soñar
soñarsoñarsoñarsoñarsoñar
soñarsoñarsoñar ¿qué más te queda?
Soñar que te levantas y empiezas la espera
con el muñón del pie derecho.
jueves, 2 de julio de 2009
jueves, 18 de junio de 2009
Soledad amarilla
Abres un huevo
y ahí está:
soledad
amarilla.
Cocinas entonces
la soledad.*
La adornas con chile,
con cebolla,
y lloras
hasta que te hartas
de llorar.
____________
*dos soledades
te caerían mal
domingo, 14 de junio de 2009
Alegría
Que se alegre al ver cómo su angustia fructifica,
cómo nacen ideas,
cómo una hoja de papel corta las venas.
Pero la tinta no inunda todo
con su veneno negro.
Que repita, que repita la tarea
(me pregunto si vale la pena).
Etiquetas:
Eduardo Hidalgo,
Me pregunto si
martes, 9 de junio de 2009
11
Voy a escribir un texto al que pondré por título
SOLEDAD EN ACCIÓN
El texto estará saturado de elementos largos.
Habrá paredes adornadas con cuadros abstractos
y habrá lagartijas, mosquitos y arañas queriendo cruzar el umbral del poema.
La tarde arderá afuera hasta muy tarde.
El jazz sonará quedo, interminable.
Yo seré el hombre sobre el sofá:
Yaceré recién desempacado
de una dulce ensoñación forzada por la espera.
Hormigas empañadas, apiñadas y en vaivén continuo,
llevarán su ración de una comida preparada para dos,
sobre la mesa.
Etiquetas:
Eduardo Hidalgo,
Viene de antes (2006)
viernes, 29 de mayo de 2009
jueves, 28 de mayo de 2009
sábado, 23 de mayo de 2009
viernes, 15 de mayo de 2009
Cincuenta años de magisterio: Ceín Gutiérrez Molina
Carlos Gutiérrez Alfonzo
Ceín, hijo de Sabel y de Victoria, nacido en Chiapa, adonde vamos con él cada 20 de enero, parachicos y flores en la fiesta, Ceín, huérfano a los cinco años, solo, en los brazos de la tía Etelvina, ahí, con ella, hermana de su madre. Ceín, trabajador de la tienda Modelo de Tuxtla, por la que recorrió Chiapas vendiendo telas, cuando aún era un adolescente, cuando iba solo, solo, Ceín, se llama, y recorre Chiapas, y es luego sastre, solo, sin su madre, Ceín, y es fotógrafo en Arriaga, y está en La Libertad, Ceín, los nombres lo persiguen: Victoria y Libertad, con una mano tendida, con una mano, buscando qué comer, Ceín por las calles de Chiapa, Ceín en una luz.
Ceín, con pundonor, haciendo su vida, sabiendo que al final, en medio de la oscuridad, está la majestad del sol, Ceín, sabe, va, hijo de Sabel, sabe, y va e iba hacia el abismo y Ceín con su nombramiento.
Ceín, es la oscuridad, sabe, hijo de Sabel y de Victoria, sabe, es la Luz, y de la calle, y del lodo, Ceín.
Ceín es mi padre, y lo celebro ahora, en este 2009, cuando cumple cincuenta años de maestro, y estamos con él sus dos hijos, por quienes ha dado
su vida,
en él está la vida
ser nada más y
con él Ana María, su mujer, quien lo cuida, quien está con él, en estos cincuenta años de maestro, así lo ha vivido desde que le dieron su nombramiento, él, maestro, en esta tierra, y con él sus tres nietas y su nieto, la familia de él, en Comalapa, en esta tierra donde ha formado generaciones, y Ceín en una fiesta, una sola fiesta, con parachicos y música, siempre él, una fiesta, una sola fiesta, Ceín, mi padre. Hoy lo celebro en sus cincuenta años de magisterio, aún en pie, y lo canto y lo celebro a él, a Ceín, padre mío, él.
jueves, 14 de mayo de 2009
ADIÓS
Espero un adiós,
algo me crece por un tiempo definido,
me cree gradualmente,
día a día,
que el diagnóstico sea lapidario:
—Eso que usted espera es un adiós.
Y espero,
espero a que nazca, rubicundo,
con un grito a todo pulmón,
listo para beber de mí, sorber de mí,
hermoso,
tierno adiós.
viernes, 1 de mayo de 2009
SOBRE TODO
Entonces la actriz principal se desplaza
sobre este gran charco de sangre que soy.
Hoy tengo la forma del mapa de España.
Mi brillo es notorio desde esa perspectiva.
Metida aún —aun mentida—
en el glorioso personaje que la mueve
ella camina, se desplaza
sobre esta piel de todo como si nada.
Quisiera que dudara: “Mujer de poca fe”
algo en mí le diría a su humano hundimiento.
Pero no, ahí sigue: como si caminara sobre nada;
mesías femenino de tacones altos
que se hunden sin temor, mínimamente,
sobre esta piel de todo,
sobre el mapa de España,
sobre este gran charco de sangre que soy.
martes, 14 de abril de 2009
la provisión del peregrino: la poética de Luis Arturo Guichard
Gustavo Ruiz Pascacio
Cupular e ineludible –como suelen ser los libros precisos y esenciales– la poesía de Luis Arturo Guichard (Tuxtla Gutiérrez, México, 1973) apela en Nadie puede tocar la realidad [1] a la condición circular del nombrar y lo nombrado; al territorio de lo inasible; a la poesía en sí como orden del orden del mundo. Provisión del peregrino, ajuste de cuentas con el mapa cultural de occidente, y con lo que ese mapa ha dado en y con la poesía; es decir, escalas de lectura y resguardo de voluntades, iniquidades, utopías, ejes y ventanas de lo pasional, cánones y herejías, diálogo entre la ascensión y la caída, factorías y mercados de sueños y desencantos.
Todo estaba repartido desde el principio
A la jirafa, un corazón de pozo profundo
A Ulises el divino, los nudos de su balsa
A cada siglo, su propio cuchillo afilado
A cada máscara, un solo personaje (…)
Al día, la amenaza del infinito
A las vacas de peluche, el mito de Europa
A la tierra plana, otras cosas bellas que no existen
A la ciudad, un círculo, una línea y buena suerte (…) [2]
Si el calibre de todo sistema poético es su deuda con su causa predecesora, El orden de las cosas –poema que abre el libro y al que pertenece el fragmento antes referido– recuerda al poema Las causas de Jorge Luis Borges, y con él, todo y ninguno, la realidad onírica, la innumeralidad, el círculo y el laberinto. Dice Borges: Los ponientes y las generaciones. // Los días y ninguno fue el primero. // La frescura del agua en la garganta / de Adán. El ordenado Paraíso. // El ojo descifrando la tiniebla (…) [3] Habría que aclarar, eso sí, deuda de ferviente pertenencia conjunta. Es decir, no con Borges sino junto a Borges, en el despliegue de la erudición del imaginario grecolatino –en particular– y en la reconversión poética del mismo.
Desde su aparición en el panorama bibliográfico de la poesía contemporánea mexicana con Los sonidos verdaderos [4], Luis Arturo Guichard ha persistido en la construcción de un sistema poético binario, operado tanto desde dentro como desde afuera de la aprehensión y la comprensión del sentido poético del mundo: Hoy vendrás porque te he llamado / y te he recordado que eres transparente, dice el poeta, en un discurso basado en el movimiento orgánico de los sentidos y el movimiento de los signos que caracteriza el conjunto semántico referido. De ahí que lluvia, agitación, vuelo, agua, polvo, dormir, caminos y lugares constituyan el índice de tránsito de su verbalidad, pero, también, prototipos de un remoto armado del universo: Cuando duermo los omnipotentes / salen de la sombra que han creado / y cortan mi párpado derecho / para buscar las imágenes / que el día pudo dejarme.
En Los sonidos verdaderos, Luis Arturo Guichard postula una poesía que reconoce y aborda un Centro del mundo operado en aras de un discurso poético en constante búsqueda del Centro de sí mismo: Tú existes porque yo echo a vuelo / campanas de la tarde / Tú existes porque yo crezco pasto / para darte jardines/ Tú existes porque yo junto las manos / y espero las estrellas / Tú existes porque te multiplico / pensándote a cada hora / Tu sombra y nunca tú / entre mis manos ávidas // Avanzo, retrocedo, me circundo / a través de ti, a través del mundo / hacia el centro cambiante de mí mismo. Así, entre la certeza del lenguaje y la incertidumbre de su resultante transcurren los hechos del mundo y los hechos del poeta ante el mundo. Entre lo asible y lo inasible que llamamos “cultura”, a expensas del mito y su ruptura, entre el ascenso y la caída.
Verticalidad, ascenso y descenso, son instancias no sólo argumentales sino actos de fe en la ruta de la poesía de occidente. Quizá deba decir de la poesía universal, pero la traslación poética de oriente –al menos el caso de India, Japón y China– concibe, además, planos de horizontalidad y concentración –me refiero al Centro del mund– o no sé si más sofisticados, sí de otro despliegue al interior del poema. Pues bien, El camino hacia arriba y hacia abajo del que habla Guichard en Nadie puede tocar la realidad es, precisamente, ese recuento de las mentalidades aprehensivas del universo, centro y orilla, búsqueda y ruptura, maravilla y descaro, extravío y salvación.
Asomado al lago he visto dos caminos (…)
No hace falta Heráclito para saber que los dos
caminos son uno y el mismo.
El camino hacia arriba y hacia abajo
es bastante menos que dios
pero es mucho más de lo que necesito. [5]
Dos acepciones más menciono a continuación: unidad y proximidad. El Uno que provee, porque de él proviene y lo que proviene vuelve al proveedor. Proximidad en su sentido tomista –a decir de Kristeva- “estar con, parecerse, encontrarse, convenire cum” [6] De este modo, en su poesía lo que está apela a una causa anterior, no sólo discursiva sino ontológica, la constitución de una subjetividad deseante.
El día de la creación no pudo ser creado directamente
Primero había que crear algo, cualquier cosa, que lo precediese
Entonces fue creada –supongamos– la trompeta de jazz
Que a su vez fue precedida por el músico
Que a su vez fue precedido por su padre y su madre
jóvenes y juntos dentro de un Fiat 1930
Que a su vez fue precedido por un camino
Que a su vez fue precedido por un bosque
Que a su vez fue precedido por lo que sea que lo precedía
-la tierra, el eje, la galaxia o las enanas blancas–
La verdad es ésta: la creación sucede marcha atrás
Así se comprende todo perfectamente
¿Hasta qué punto, entonces, la creación poética es original e inaugural si hallamos detrás suyo la sombra de una causa primera? La es, probablemente, en la medida en que el momento de la creación poética que llamamos poema ocurre en un espacio temporal irrepetible para el sujeto poético de la enunciación, pero ligado o re-ligado a la cadena de los signos y los símbolos, la correspondencia universal, el canon de las estrellas o el planisferio de sí; y desde luego no dispuestos en la univocidad del sentido sino a un valor o valores que puede atender a una diversa gradación del saber, valores de interpretación secuenciales, alternos, paralelos y/o por supuesto, herméticos. Por ejemplo, en el poema Animal que sí existe, el animal platónico tiene un referente extratextual, y su validez en el discurso del poema es su re-coordenada semántica en el aquí lingüístico del espacio poético inaugurado por el poema. Dos vertientes poéticas se juntan: la que acude patrilinealmente a lo nombrado y la que re-descubre los ámbitos inasibles de lo nombrado.
Sí, he visto al animal platónico, elemental y vivo.
Tenía los ojos de él, inquisitivos y burlones;
de ella era al menos la nariz (notable pero bella);
las pisadas eran fuertes de los dos y el resto
se repartía conforme los iba uno conociendo.
Desde que su propia fiereza los separó
están buscándose él y ella.
Esa búsqueda es lo único que le queda a cada uno
del animal magnífico que formaban juntos.
De alguna manera, Nadie puede tocar la realidad es un libro que en su vocación compilatoria de la comprensión del mundo atiende a la finalidad del pensamiento simbólico como integrador del gozo de la imaginería y la pluralidad referencial del orden cósmico. Quizá, por ello, el hacer de la materialidad y el hacer de lo emocional se integran en una constante discursiva y temática del arribo, el tránsito y el retorno. Lo que viene y lo que va, lo que deja eso que va, lo que lleva lo que deja eso que va, no es más que la etérea animación de la poesía, sus rutas de las cuales siempre sale incólume, sin más gravamen que los ojos y los labios del lector.
En las puertas cerradas y en las salas de espera
En las calles que conozco pero ya no recorro
En las fotografías que hojeo según la densidad del aire
En el mástil de la bandera equis sobre la plaza ye
En la cita a ciegas y en la llave de tu cuarto
En los cuerpos, sobre todo en los cuerpos
No sé si me estoy despidiendo para un largo viaje
o si estoy haciendo ya el camino de regreso
Tuxtla Gutiérrez
Barrio de san Roque
marzo de 2009
____________________________
[1] Guichard, Luis Arturo. Nadie puede tocar la realidad, Colección Litteratos, Ed. Littera Libros, España, 2009, 66 pp.
[2] Op. Cit. P. 13
[3] Cf. BORGES, Jorge Luis. Antología poética 1923-1977, Colección "El libro de bolsillo", Alianza/Emecé, Madrid, 1983, pp. 140-141
[4] Cf. Guichard, Luis Arturo. Los sonidos verdaderos, Ed. UNICACH-Casa Juan Pablos, México, 2000, 71 pp.
[5] Op. Cit. P. 15
[6] KRISTOVA, Julia. Historias de amor, Siglo XXI Editores, México, 1991, p. 154
domingo, 29 de marzo de 2009
un poema de Lydia Pistagnesi
Partí sin despedirme
una oscura mañana,
borrada mi memoria,
entregada a mi suerte.
Tracé nuevos caminos
con códigos extraños,
marcando vaticinios
de tatuajes inertes.
Habité en visceralea
rincones de agonía,
resbalé por cornisas
entre brasas candentes
Escribí del destierro
ecos de hipocresía
y dormí en nauseabundas
hogueras de la muerte.
Lydia Raquel Pistagnesi
miércoles, 18 de febrero de 2009
O tal vez sí
Esta encina no sabe cómo es.
Verá tal vez su sombra por las tardes
pero nunca ha visto su reflejo en el agua.
A menudo sueño con los cedros rodeados de agua
de mi niñez, inclinados como si mirasen alrededor
descubriendo otros árboles en el reflejo.
Creo que la encina que veo ahora es real,
pero en mi sueño me ronda una y otra vez
la frase de Borges:
«una encina no es más real
que las formas de un sueño»
Luis Arturo Guichard [de Nadie puede tocar la realidad, Littera Libros, 2009]
Verá tal vez su sombra por las tardes
pero nunca ha visto su reflejo en el agua.
A menudo sueño con los cedros rodeados de agua
de mi niñez, inclinados como si mirasen alrededor
descubriendo otros árboles en el reflejo.
Creo que la encina que veo ahora es real,
pero en mi sueño me ronda una y otra vez
la frase de Borges:
«una encina no es más real
que las formas de un sueño»
Luis Arturo Guichard [de Nadie puede tocar la realidad, Littera Libros, 2009]
jueves, 29 de enero de 2009
Día de la creación
El día de la creación no pudo ser creado directamente
Primero había que crear algo, cualquier cosa, que lo precediese
Entonces fue creada –supongamos– la trompeta de jazz
Que a su vez fue precedida por el músico
Que a su vez fue precedido por su padre y su madre
jóvenes y juntos dentro de un Fiat 1930
Que a su vez fue precedido por un camino
Que a su vez fue precedido por un bosque
Que a su vez fue precedido por lo que sea que lo precedía
–la tierra, el eje, la galaxia o las enanas blancas–
La verdad es ésta: la creación sucede marcha atrás
Así se comprende todo perfectamente
Luis Arturo Guichard [de Nadie puede tocar la realidad, Littera Libros, 2009]
viernes, 16 de enero de 2009
Díptico por Sylvia Plath
1
Desvío,
parada y descenso en la acera derecha de la idea en hora inútil.
¿Ahora qué?
¿Dosificar la creación?
"la emoción encinta parirá mi herida nueva..."
Mi herida, tan linda,
a unas cuantas palabras de nacida
de la luz con que alumbramos el adiós.
2
Se asfixia este dolor, mi dolor tierno;
es reducido el espacio que le doy.
¿Acaso no merece un área extensa,
un gran corazón-patio en el cual pueda
jugar a sus anchas?
Que ya no haya reparo en complacerlo,
malcriarlo. Ya era hora.
—Aquí, ven. Ten un beso.
Hasta mañana, precioso bebé.
Etiquetas:
Eduardo Hidalgo,
Viene de antes (2006)
martes, 13 de enero de 2009
Felicidad de algo
Felicidad de algo,
cualquier cosa que pueda ser feliz;
una extensión de la felicidad o esta última extendida hacia lo que la hizo posible.
Tan subjetiva la cuestión si pienso, por ejemplo, en el cabello,
en si es feliz si lo corto
o si sucede su dicha si lo dejo intacto.
La tecla de borrar, tan presionada a diario,
seguro tiene una felicidad de algo.
Alguien o algo tiene que ser feliz.
miércoles, 7 de enero de 2009
ANIMALES DISTINTOS

SISTEMA
Conversaciones triviales
sonrisas
máscara que oculta el rostro
Nadie nos conoce
giramos
solos
en el negro sin fin
del universo
Únicos
brillantes
cada cual
su propio sistema
su particular
mundo disecado
Marta Miranda (Mendoza, 1962)
MATERIA
Si todo fuera piedra,
si tan solo la piedra sobrevive
como piedra, con la dureza propia
de los cráneos. si ya no es catedral,
si no es corazón duro, no es aljibe ni pozo.
Si la piedra es granito,
si no es flecha de sílice,
ni tótem ni muralla.
Si es materia y cantera
sin los picos y palas que la busquen.
Si no es temperamento,
pues no hay ya dónde habite,
ni molinos futuros ni pasados
que generen la luz
o que muelan el trigo.
Si sólo es lo que muestra
la piedra cuando miras,
entonces debe ser que ya no estamos.
Ignacio Elguero (Madrid, 1964)
DIRECCIONES
Es mía y
hago con ella
lo que se me da la gana
la manipulo a mi manera
yo decido cómo
Los derroteros
los senderos
los caminos
las veredas
las rutas
yo decido cuáles
Es mía y
yo muevo sus bridas
su timonel
su volante
su velocidad
su freno
yo decido a dónde
Por favor
no me dirijas la palabra
Fernando Reyes (México, D. F., 1967)
[de ANIMALES DISTINTOS, muestra de poetas argentinos, españoles y mexicanos nacidos en los sesentas; antología coordinada por Juan Carlos H. Vera]
jueves, 1 de enero de 2009
De cabeza
A Cecilia Romana
un bello espectáculo y un punto a favor de la exactitud
de la mecánica celeste
ENRIQUE LIHN
un bello espectáculo y un punto a favor de la exactitud
de la mecánica celeste
ENRIQUE LIHN
Me gustaría tener una tristeza
—víctima embellecida, como sugiere Lihn—,
exhibida en pantallas gigantescas en parques, en plazas, en grandes estadios,
cayendo
cabeza abajo;
una tristeza con todo y su música de fondo destinada en principio al efecto en nosotros,
sufriéndolo ahora para nuestros ojos,
como gran estrella.
Qué ironía: estar pendientes, después del anuncio por red nacional;
qué morbo: no querer perdernos de verla cayendo a todo color,
alta, hermosa raya de estrella fugaz,
notoria desde muchos puntos.
Me alegra pensar en cómo lo tomarían aquellas
mujeres que lloran frente al televisor:
tía Concepción, mi prima Lupita.
A mamá le encantaría. Tendríamos, entre todos,
una gran pesada tristeza
despeñándose.
Seguramente nos alegraría
a todo color:
rápida raya de estrella fugaz,
cayendo
lejos de la multitud
no sobre ella.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)