domingo, 6 de julio de 2008

Reverso



Quiero agarrar del pico a un ave fénix

Y mantenerlo vivo

Hasta que su belleza se nos cuele

Como ceniza blanda.

Agazaparme en la fortaleza

De nuestras pupilas

Hasta que el tiempo avive

Las neuronas dormidas.

Atarme el corazón

Con venas de cordero enfurecido.

Rodear la noche

Cuando aún sea de día.

Medir en pestañeos

Mis mentiras.

Derramar vasos sanguíneos.

Reconocer tu cuerpo

Con mis falanges rotas.

Voltear la noche para vernos dormir.


Aida Valdepeña

















3 comentarios:

La vida de los otros dijo...

Qué manolarga.

Eduardo Hidalgo dijo...

Hola hermanito. Gracias por la visita. Hoy estuvimos hablando de ti. Varios de tus maestros te estiman, pero qué chiste si ya lo sabes! Un abrazo.

La vida de los otros dijo...

¿El inmarcesible Alejandro Aldana me honró al mencionarme? Jajaja. Dah, yo lo sé pero se hace el desentendidos.

Siempre me sorprende la cantidad de gente que conoces y de la cual posteas material.

Un saludo.