domingo, 16 de septiembre de 2007

Y APRENDER a separarnos de la mujer . . .


Y APRENDER a separarnos de la mujer,

de un golpe salir de ella,

apoyándonos en el vacío,

todavía erectos de la urgencia

de ser troncos insurrectos, piedras

contra la quietud del agua.

Y volver a entrar atravesando la médula.

A encontrarnos enhebrando.



(OLIVA, Óscar. Lienzos transparentes, Ed. Aldus, 2003)

No hay comentarios: