viernes, 19 de octubre de 2007

El tiempo sigue renunciando. . .



El tiempo sigue renunciando a su permanencia
vaciándose a sí mismo en estas palabras,
pero sé que el fin de la vida es una música,
una melodía que celebra lo que dice,
naciendo en lo que depara el destino de una canción.

Otra vez ser el ave de paso sobre el mar,
otra vez ir de regreso mientras se dicen
algunas circunstancias del sol,
otra vez un aire liviano que recorre galerías
cruzando puentes que el mundo había olvidado.

(NANDAYAPA, Mario. Estar siempre de camino, Premio Estatal de Poesía Rodulfo Figueroa 2000)

1 comentario:

Eduardo Hidalgo dijo...

Feliz cumpleaños, Hermanito!
Un abrazo!