poesía
hembra contradictoria
te detestan
Haroldo de Campos
Pero veré tu cara una vez menos.
Aquí en la oscuridad, donde garabateo,
el fluir de la tinta se confunde,
no sabe a dónde ir, cuál el destino porque, en fin, lo único cierto
es que veré tu cara una vez menos.
Ahora quiero cerrar esta puerta de golpe
y golpearla y golpearla y golpearla
y golpearla y golpearla
por el puro placer de esperar a que abras nunca,
por el puro goce de cerrar un ojo, dos hojas
y no veré tu rostro:
lo veré una vez menos
mientras la imagen que soslayo se ilumina
y me engaña la conciencia:
sale del baño la luz y se acomoda
en una esquina de mi ojo rojo.
La luz sale del baño desnuda
y yo finjo que soy un caballero.
Se ha dado la luz un baño de sombras y sale desnuda
y yo pretendo ser un caballero.
Sale salada, negramente aromada del baño etéreo del mar de sombras la desnuda luz
y yo, que no soy un caballero, acomodo su imagen en la esquina izquierda de tal manera
que no hay nada más claro que las raíces y las ramas deshojadas del rojo
horizontal árbol de terigión recortándose sobre el blanco de mi ojo el siniestro.
Arriba y negra,
la luna
donde no se refleja tu cara
una vez más.
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