martes, 9 de octubre de 2007
Sombra
Uno es solo y pequeño.
Uno no tiene más que sus ojos y sus manos y su sombra.
Uno abre los ojos con su sombra, sale a la calle,
trabaja, piensa, escribe, se emborracha,
vuelve a casa, se acuesta con su sombra.
Uno despierta a medianoche
y busca una mirada y sólo encuentra
la mirada de su sombra.
Uno abraza a su sombra, platica con su sombra,
se angustia con su sombra, se cansa de su sombra.
Uno ahuyenta a su sombra.
Uno busca otras sombras y en las sombras
de todo, y en las sombras de todos,
uno entiende que es sombra.
(GONZÁLEZ, Israel. Agua en reposo, Ediciones Tintanueva, 2004)
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